¿Quién envió esas fotos sucias al jefe mientras se follaba a una rubia a ambos lados? Debe ser una de las secretarias. ¿Pero cuál? ¿Es Tarra, su fiel asistente, uno de los dos bimbos, un empleado tímido soñando con golpear al mismo tiempo? O esta otra rubia que abre sus piernas para los guardas. Podría ser Eliska, una chica tímida que se toma su tiempo para responder al playboy golpe#039;s avances. El misterio sigue sin resolver y el día tras día el sexo determina la vida de los empleados hasta el final resolu