Después de que termina su relación con Melissa, Logan vuelve a sus tendencias voyeuristas y expande sus operaciones con la ayuda de su nueva inquilina Kenna. Utilizándola como mujer fachada para instalar cámaras en lugares públicos, Logan puede seguir la vida de varias personas en su vida, incluida su ex. Pero una mayor accesibilidad conlleva una mayor responsabilidad, especialmente cuando Logan descubre noticias muy inquietantes sobre su exnovia. Frente a la inevitable verdad de que su propio disfrute es a menudo más importante que el dolor y el sufrimiento de los demás, Logan se da cuenta de que su papel en la vida es observar, mientras que los demás deben ser observados. Pero la verdadera pregunta sigue siendo: ¿alguna vez pagará por invadir su privacidad o seguirá existiendo como una mosca en la pared de la vida de otras personas?